CHAPTER IV - SELFCARE

¿Y si te digo que te entiendo, que me he sentido así, y qué aún me siento así en momentos? Sé de esa sensación que te envuelve y que te insonoriza del exterior. Hace que tu voz retumbe y se repita pero te sientes lejano al mismo tiempo… Te entiendo. Pero que necesario es a veces perderse para volver a encontrarse.

¿Que da miedo? Claro que da miedo. ¿Cómo es que teniéndolo todo no me siento feliz? ¿Cómo puede ser que me sienta sólo rodeado de tanta gente? ¿Cómo puedo aburrirme teniendo tantos planes a mi alcance? ¿Cómo sabré por dónde tengo que ir? Qué incómodo. ¿Será que me pasa algo? ¿Qué estoy haciendo mal? Déjame decirte algo, no haces nada mal.

El camino de la vida que recorres no siempre es recto. Hay subidas y hay bajadas. Momentos buenos y momentos que no lo son tanto. De esos que se convierten en etapas, en baches más duros de superar. Pero tranquilo, lo estás haciendo lo mejor que puedes y es suficiente. Eres suficiente. Todo va a estar bien. Sigues avanzando.

Date tiempo. Búscate. Háblate. Conócete. Abrázate. Y Quiérete. Todas esas preguntas que te estás haciendo tendrán su respuesta. Confía. Todo lo que has vivido te ha enseñado. Y todas las personas que te han acompañado te han marcado. ¿Es difícil? Lo sé. Ánimo. Quiero recordarte lo fuerte que eres y lo valiente que has sido. ¿Qué por qué? Porque te lo mereces. Y quizás alguien necesite que se lo recuerdes también.

Recuerda que la vida enfrenta a los mayores guerreros contra las batallas más duras. Pero las batallas no las gana un sólo guerrero, si no un ejército entero. No estás solo. No ha sido fácil pero ya has llegado hasta aquí, a un nuevo capítulo.

Y quiero acompañarte...