+Abuelo, ¿Qué consejos me darías sobre la vida?

-Pues mira cariño, no puedo declararme ser ningún experto, pero lo que sí sé es que he aprendido a vivir. No sé si me explico bien, para ser feliz hay que vivir. Quiero contarte lo que no se cuenta, lo que no se sabe de la vida. Puede que no sea perfecta, pero sí tiene momentos maravillosos. Encuéntralos, porque a pesar de que cada uno lidia con sus propias batallas, merece la pena vivirla.

+Pero una pregunta, ¿Crees que todo el mundo tiene la vida de ensueño que muestra? Yo flipo con lo feliz que es la gente en Instagram, y yo no soy así.

-Claro que no, la vida que puedes ver en las redes sociales no es real. No comulgo mucho con ellas, pero por lo que sé son un arma de doble filo. Nos hacen creer que la felicidad llega cuando conseguimos lo que deseamos, pero en realidad es cuando sabemos disfrutar de lo que tenemos. No sueñes con el mañana, sino con el presente. El tiempo que se disfruta, es tiempo vivido.

+ ¿Y qué hago cuando no disfruto y siento que no puedo más?

-Buena pregunta, tengo que decirte que siempre he sido una persona de apuestas imposibles. Lo más importante en la vida no es el triunfo sino la lucha. Lo esencial no es haber vencido sino haber luchado. El mundo está loco, revuelto, está en vuestras manos arreglarlo. Así que hazlo, intenta cambiarlo y no te rindas. No te agobies si algo te sale mal, todo pasa por algo. En esos momentos, solo cierra los ojos y piensa en algo bonito.

+ ¿Y si las cosas siguen me siguen yendo mal?

-No te preocupes, échale un par de narices. La vida es corta, no la malgastes en estupideces. Mi padre siempre me decía: «tienes 47 músculos para enfadarte y solo 13 para sonreír, puedes ser feliz a pesar de todos tus defectos y problemas, eso es algo que solo los valientes lo consiguen. Disfruta cada momento, el tiempo nunca vuelve.»

+Gracias abuelo.

-Te voy a decir una última cosa, nieto. Si pudiera borrar todos los errores de mi pasado, estaría borrando toda la sabiduría de mi presente. Eso me hace único. No vivas para que tu presencia se note, vive para que tu ausencia se sienta. Guíate por tus valores, no por tus metas. Todos saben tu nombre, pero no tu historia…